CULTO AL FUEGO Y LA FIESTA
Se llamaba falla antiguamente en Valencia, a todo material combustible apilado junto a una pared compuesto de restos de madera de los carpinteros y muebles viejos, al que prendían fuego la noche de la víspera de San José. Solía incluir algún muñeco que representaba a algún personaje o conducta censurables, sometido a la burla pública. Con el tiempo se comenzaron a colocar en los cruces de calles y plazas y así la estructura entonces horizontal fue aumentando sus proporciones y ganando en altura.
Los materiales más importantes han sido el yeso y la cera para moldear las figuras sobre todo las caras, el cartón y la madera de los bastidores. Actualmente los materiales han evolucionado hacia el empleo de poliespán y aglomerados plásticos. Nuestra Casa plantó su primera falla en el barrio de Azpilagaña de Pamplona en el año 2005, encargada a un “mestre faller” valenciano. Se trataba de una falla de unos 4 metros de altura que se puede considerar de pequeño tamaño pero que para nosotros supuso una gran dedicación y un esfuerzo económico importante. Además era la primera falla que se plantaba en Pamplona. Su lema fue “No me cuentes cuentos” y estaba dedicada a la literatura infantil.
En el año 2007 y para celebrar el décimo aniversario de la creación de la Casa, repetimos con la plantá de otra falla, en esta ocasión en la Plaza de los Fueros. Esta segunda falla, ya de tamaño medio con sus doce metros de altura, estaba dedicada al cine. Supuso un nuevo reto, volver a organizar otra vez la plantá de una falla, pero la tarde de la cremá fue multitudinaria. |
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